miércoles, 15 de septiembre de 2010

De la Lucha Libre mexicana al Wrestling Entertainment estadounidense (Parte I)

Hace tiempo que pensaba escribir algo a cerca de este "deporte-espectáculo" que desde niño he tenido la oportunidad de admirar y que actualmente sigue acaparando mi atención varias veces por semana. Norman Denzin, sociólogo estadounidense, habla de que en el trabajo de investigación del sociólogo, es decir en los temas que éste estudiará o hablará, siempre habrá un "interés sustantivo" respecto al tema en cuestión. Es decir una motivación bastante personal en el individuo para elegir estudiar un tema y no otro. Tan diverso es el ser humano como tan diversos son los problemas y fenómenos sociales. Así tenemos varias investigaciones sobre pobreza, violencia hacia la mujer, estudios de género, religiones, etc. Lo anterior es sólo una explicación aproximada a porque un estudiante de sociología o un sociólogo ya profesionista opta por investigar un tema en especial. Acá no me interesa exponer cómo fui cultivando mi gusto por este tipo de deporte, sobra decir que hoy día a mis 19 años disfruto mucho hablar del mismo con las personas con las que convivo, y que me dejan decir más de tres palabras al respecto sin decir "está actuado" (xD) y a las cuales dicho sea de paso agradezco tan gratos momentos.

Retomando el hilo conductor, trataré de hacer una descripción, un tanto primaria si se quiere, acerca del contexto en el cual este deporte espectáculo se desarrolla en estos dos países; trataré de señalar algunas similitudes y diferencias; intentaré ser imparcial y hacer mi nacionalismo a un lado, tarea que se antoja un poco difícil ya que a fin de cuentas los dos países a los cuales haré referencia primordialmente (México y Estados Unidos) estén unidos por "hilos luchísticos" bastantes delgados pero que en ocasiones si miramos detenidamente pueden ser tan fáciles de identificar como de ignorar.

Conceptos que rigen la puesta en escena.

Actualmente nuestro país vive una invasión comercial sin precedentes por parte de la empresa estadounidense World Wrestling Entertainment (WWE). Es común observar en tiendas comerciales (de tercera, segunda y a veces de primera) camisetas con el estampado de John Cena, Randy Orton, Undertaker y Rey Mysterio. Pareciera que en nuestro país un extraño y nuevo deporte ha venido a llenar, sobre todo en varios niños y jóvenes, el vació que deportes como el fútbol no ha sabido lidiar. Algo que nos llama la atención a muchos que crecimos con conocimiento de causa de las empresas tanto estadounidenses como mexicanas (WWF, ahora WWE y en México AAA y CMLL, principalmente). Tristemente vemos como luchadores legendarios como el Santo, Blue Demon, Mil Máscaras, Perro Aguayo, Negro Casas, Atlantis, Blue Panther, Los Villanos, y actualmente Último Guerrero, Místico, Sombra, Averno, y demás nombres son cuasi-ignorados por la juventud al apoyar otros nombres y empresas de lucha libre.

Sin lugar a dudas el éxito y la popularidad de un luchador profesional aunque influenciado por sus habilidades dentro del cuadrilátero, también lo estará por cómo y de qué forma se vende y presenta su imagen tanto dentro como fuera del encordado y acá entra el factor mercadológico, las habilidades empresariales y lo que la empresa que está detrás del gladiador tenga en mente: impactar en el público visto como conocedor de la lucha libre o visto como simple mercado con cara de billetes verdes. Ese me parece que es un punto de inflexión entre la actual lucha estadounidense y la actual y resistente lucha mexicana: los conceptos que rigen el espectáculo.

Cuando llevé el servicio militar, un compañero y amigo de la secundaria y preparatoria me recriminaba "¿no ves que dice Entertainment? Por eso es puro rollo" Lo que trataba de hacerme entender era que la etiqueta de "entretenimiento deportivo" estaba por encima de cualquier crítica o alegato mío y era algo que tenía que tener en cuenta si quería ver este tipo de lucha sin terminar enojado. Con el paso del tiempo me fui dando cuenta que lo que hizo este gran amigo fue darme las bases para ver, entender y analizar el Wrestilng estadounidense. Veamos. El prototipo ideal de un luchador estadounidense que ha sido aceptado y demandado por el público es un gran tipo de 1.80 mts, con grandes músculos y una enorme fuerza. Si vemos, la mayoría de los actuales miembros del roster de la WWE cumplen con esa norma pero si somos más críticos y observamos su desempeño en el ring, es difícil diferenciarlos técnicamente ya que en ocasiones ejecutan los mismos movimientos toscos y lentos; en gran medida, el gran parche que la empresa ha impulsado es la adecuación de una historia y una imagen para el luchador, (ahora convertido en personaje por la empresa y no por el público, que es en última instancia quien lo acepta o rechaza. Algo parecido han hecho las dos empresas mexicanas). El luchador deberá mantener dicha imagen y ésta en gran medida determinará y justificará su desempeñó arriba del ring.

Así será más fácil observar la creación de historias (tipo novelas de televisa) para crear rivalidades un tanto express e instauración de movimientos finales o "finishers" que el luchador aplica a su contrincante para rendirlo: así tenemos a John Cena con su "You can't see me" (que hasta la fecha no logro comprender cómo un golpe con los nudillos en la frente de una persona de 1.80 y 90 kg de puro músculo puede causar tanto alboroto) y su "Attitude Adjustment"; a Randy Orton con su "RKO", movimiento muy parecido al "twist of fate" de los hermanos Hardy; al mismo Batista con su "bomba", cuyo nombre científico en la lucha libre mexicana es desnucadora; al Undertaker con su "tombstone piledriver", la cual es una variante de martinete; a Edge con la "lanza" la cual es un tacle tipo fútbol americano; y al ya querido Rey Mysterio con su "619", sólo por mencionar algunos. Así es común encontrar luchas de 10 minutos (porque son a una caída) en donde algunas veces los rivales estarán 8 minutos con micrófono en mano y en 2 se realizará la lucha. (¬¬). Y no quiero restarle importancia a los "finishers" que en gran medida demandan astucia y fuerza por parte de quien lo ejecutará, pero tomando en cuenta a los grandes maestros de la lucha libre y parafraseando a los que saben del negocio arriba del ring, un luchador no es bueno por lo vistoso o bonito que ejecute un movimiento sino por su capacidad para hacer llaves y contrallaves y rendir al rival utilizando los variados y diversos métodos arriba del cuadrilátero. Algo así como imaginarse a un "doctor" que sólo sabe atender resfriados y no fracturas de hueso. Impensable ¿no creen?

En México quizás en "finisher" más conocido actualmente es "la mística", movimiento de Místico, un luchador profesional que vino a ser un revulsivo tanto comercial como espiritual a la lucha mexicana y de quién hablaré en su momento. Su movimiento al igual que su personaje, me atrevería a decir, se posicionó en el gusto del público muy rápido pero no logró mantenerse por mucho tiempo. ¿Por qué? La gente pronto se cansó de ver semana a semana los mismos movimientos, los mismos lances. Luchar en la Arena México aún y con cohetes y cámaras de televisión, requiere un plus y un quién sabe qué para lograr establecer conexión con el público presente. En la WWE podemos ver semana a semana los mismos movimientos, tan faltos de técnica o tan vistosos, pero la forma en la que se presenta el espectáculo detrás de la lucha es distinto y eso como hemos dicho es primordial en el concepto de "Wrestling Entretainment" o "entretenimiento deportivo".

Así también han existido luchadores que han iniciado su carrera en México pero han emigrado a las empresas estadounidenses. Actualmente se habla de Rey Mysterio, originario de San Diego, California, hijo de padres mexicanos y quien iniciara sus entrenamientos en Tijuana bajo la tutela de su tío Rey Misterio Sr. Pronto Mysterio debutaría a principios de los 90's en la empresa mexicana AAA. Cris Jericho, actual luchador de la empresa WWE también estaría un tiempo en México entrenando, aprendiendo y presentándose en las distintas arenas; luchó con el nombre de "Corazón de León" y estuvo un tiempo en la AAA así como en la Empresa Mexicana de Lucha Libre, ahora CMLL, su maestro fue el Negro Casas. Eddie Guerrero quizás sea el luchador latino más querido en los Estados Unidos. Hijo del legendario Gory Guerrero, quien creara varias llaves por allá de los años 50's entre ellas la "Gory Special" y la célebre "De a caballo" que inmortalizara el eterno "Enmascarado de Plata", el Santo. Éstos dos colosos serían la "pareja atómica" en aquellos años.

Eddie comenzaría su carrera en México y pelearía en las dos empresas principales del país. En los años 90's en una función decidió hacer algo sin precedentes en la lucha libre mexicana: desenmascararse por voluntad propia, así Eddie dejaba el personaje de "Máscara Mágica" para acceder al nombre que forjaría respeto y crearía su leyenda años más tarde. Eddie Guerrero moriría en 2005 debido a un ataque al corazón, se dice que su corazón y demás músculos del cuerpo se encontraban muy golpeados y cansados debido al alto rendimiento de su trabajo.

Actualmente el luchador mexicano Dos Caras Jr se encuentra por debutar en Smackdown, una de las marcas más importantes de la WWE. Lamentablemente no lo hará con ese nombre y menos con su máscara, debido a que la empresa es dueña de la imagen del luchador, ésta puede hacer con el mismo lo que quiera. Así podemos ver que Dos Caras Jr es ahora conocido bajo el nombre de "Alberto del Río", sin máscara. Algo que ha tocado fibras sensibles en los aficionados mexicanos al despojar al luchador de un elemento tan esencial como lo es la máscara. En la siguiente entrega trataré de hablar de dicho elemento característico de la lucha libre mexicana y analizar ésta más a fondo, sin dejar de hacer referencia al Wrestling Entertainment estadounidense que poco a poco se ha ubicado en la preferencia de muchos aficionados mexicanos.

Algunos videos de los finishers comentados...

















lunes, 28 de junio de 2010

Imaginarios colectivos. El caso de México en el campeonato mundial de fútbol.

Presentación en Prezi.

miércoles, 23 de junio de 2010

Recordando a 'Monsi'.... "La lucha libre es un fenómeno social".

Hay escritores que son todo un reto leer para el nuevo aventurero en las experiencias literarias. Carlos Monsiváis no es la excepción. Su ausencia cala hondo en los intelectuales del país; en el pueblo "de abajo" que su crónica siempre rescató y defendió; en sus lectores feroces que hoy más que nunca reclaman que su legado sea leído y releído; en la cultura de un pueblo que permanece adormecido por agendas paupérrimas impuestas por televisoras voraces..

Recuerdo alguna ocasión haber leído la columna de Monsiváis que aparecía los domingos en El Imparcial. Las letras entraron por mis ojos y salieron por quién sabe dónde. No le entendí absolutamente nada. Al escuchar una entrevista, de las muchas que hicieron el día de su muerte, logré conocer que dicen los que convivían con él de manera continua, que cuando se charlaba con él pareciera que lo estabas oyendo escribir un libro o un ensayo: la precisión de sus palabras y la lógica de sus análisis daban a indicar esa percepción. Claro, todo fruto de años y más años de gran formación intelectual.

Sin más preámbulo dejo a continuación una corta entrevista retomada de La Wagnermania (página de Lucha Libre), en dónde "Monsi" se refiere a la Lucha Libre como un espectáculo propio del folklor de la cultura mexicana. Un indicador muy claro de que Monsiváis nunca estuvo ajeno al sentimiento del pueblo encarnado en la eterna búsqueda del triunfo del bien contra el mal, de esas construcciones sociales que se forman y funcionan como válvulas de escape en donde el entramado de signos, símbolos y significados se muestran encarnados en los "ídolos de carne y hueso" y que sólo el aficionado y la prole son capaces de crear y que en la Lucha Libre aparecen, cuan posibilidad de darle triunfos a una colectividad que tal vez "la vida " o cualquier otro ser suprasocial no les ha sabido retribuir.

Al final anexamos un video sobre los riesgos que el luchador profesional, como todo ser humano, puede correr e incluso sufrir gravemente. Más en este tipo de actividades deportivas.

Descanse en Paz Carlos Monsiváis 1938-2010, aquí les traemos una nota que publicamos el 15 de Noviembre de 2008 en la cual el maestro Monsiváis nos hablaba de La lucha libre como un fenómeno social

En este 2008, Carlos Monsiváis llega a 70 años de edad y un sinfín de libros, ensayos y sobre todo crónicas publicadas en periódicos, semanarios, suplementos y libros. El autor de “Días de guardar” tiene una cualidad muy especial a la hora de retratar cada elemento en una crónica.

Llamado justamente por algunos como “El padre de la crónica moderna”, Monsi, como es conocido, ha retratado la vida cotidiana de las calles de la capital mexicana, se ha imaginado en el centro del ring y ha palpado el calor humano que se vive y se respira en una auténtica lucha libre.

El clamor de los espectadores que envuelven a gritos a rudos y técnicos así como los silbidos de niños, jóvenes, adultos y ancianos son vistos a través de los ojos de Monsi, quien es considero el cronista de la ciudad de México y el último “escritor público”, según el poeta Adolfo Castañón en su ensayo titulado “Un hombre llamado ciudad”.

Lucha Libre

Ya la lucha libre hay que verla como lo que pasa en las arenas y lo que pasa en las fotos, las máscaras de los luchadores se han integrado al imaginario colectivo como no se había visto nunca, el Santo fue el precursor, pero estamos hablando de un fenómeno visual, no de un fenómeno del espectáculo deportivo, lo que me está sucediendo es que me parece cada vez más apasionante la lucha libre como sucesión de fotos, aunque las relaciones de inmediato con la belleza, la diversión y las probables torpezas del espectáculo, lo que es notable es lo que se está logrando con una suerte de impulso de las imágenes que por sí solas cuentan los vínculos de las máscaras y una colectividad ansiosa de diversión y de símbolos que no significan nada, que no remiten a nada que no sea la propia fuerza de la imagen.

Una de las imágenes guardadas en la mente de muchos mexicanos, es su presencia en la Arena México a merced del calor humano y de un ritual de “excesos”.

Es un gran espectáculo la lucha libre, lo es para mí por lo menos y eso seguirá.

¿Considera que es un fenómeno social o un espectáculo deportivo?

Es un fenómeno social, desde luego.

“Es un gran espectáculo la lucha libre, al menos para mí y así seguirá”



viernes, 18 de junio de 2010

Imaginarios colectivos. El caso de México en el campeonato mundial de fútbol.


"el mexicano es orgulloso de su cultura, de nuevo. En este tipo de eventos el sentimiento nacionalista se refuerza, la identidad se homogeniza con el grupo de iguales (compatriotas) y la patria se defiende con porras, cánticos y emociones, las cuales forman parte del ritual deportivo"








Link de mi publicación aquí.

viernes, 4 de junio de 2010

Mi autobiografía.., hasta el momento.


I.- ¿Quién soy?... Un esbozo general de mí.

Mi nombre completo es Juan Manuel Casas Tapia, tengo 19 años y actualmente me encuentro cursando la Licenciatura en Sociología en la Universidad de Sonora. Nací en la ciudad de Hermosillo, Sonora y he vivido prácticamente toda mi vida en ella. He cursado satisfactoriamente la primaria, la secundaria y la preparatoria, cada una con sus momentos y circunstancias claras que han derivado en todo lo que soy actualmente. Vivo con mi mamá y soy hijo único, ella es quien me apoya, guía, aconseja y deja tropezarme en cada paso que doy. Cuento con muchos tíos y primos que me han ayudado también cuando se los he requerido, se los agradezo profundamente.


Gracias a la influencia de las personas con las cuales he logrado socializar pude ir fomentando mis gustos y en algún grado mis "aversiones", como todo ser humano. Desde niño me incliné por observar y disfrutar espectáculos deportivos como el Fútbol y la Lucha Libre, también me fascinaba ver a los fariseos en la época de cuaresma pasar por las calles de la Colonia Ley 57 (que era donde vivía). Recuerdo que mis primeras sesiones de los dos deportes descritos se daban en aquellos años 90's gracias a que la "niñera" que me cuidaba (era una vecina) gustaba de mirar estos espectáculos a través de la televisión.Por aquellos años era cuando recién comenzaba a 'sonar', como se dice coloquialmente, la empresa AAA ya que fue la primera en nuestro país en comenzar a transmitir funciones de Lucha Libre por televisión; esporádicamente también recuerdo ver partidos de la selección mexicana. Poco a poco mis gustos fueron aumentando y disminuyendo por estos deportes en algún grado: cuando tenía 8 años ingresé al equipo de fútbol de la Escuela Primaria Enriqueta de Parodi y jugué hasta 3ro de secundaria. La Lucha Libre dejaría mis gustos por muchos años hasta que regresaría en alguna ocasión en que intercambiaba los canales por la televisión de cable y decidí darle oportunidad a un "mano a mano" solitario entre dos luchadores de los cuales sólo conocía un nombre: el del luchador rudo Black Warrior. Después a lo largo de la transmición me enteré de que se trataba de un "máscara contra máscara" y mi interés aumento (el clásico morbo por saber quién está debajo de la máscara). Simpre me gustó la lucha espectacular (áerea) y en esa ocasión un técnico desconocido me llamaba la atención por lo suicida de sus lances: Místico.






Ya lo que ha sucedido después con este gladiadior (Televisa detrás de él y él mismo y su forma de luchar) es otro boleto. Basta decir que el mismo gladiador se calificó como "el América de la Lucha Libre". Dicho sea de paso en el fútbol también soy aficionado al Club América. Estos son dos de los deportes que más me gustan, y debido a mi preferencia por ellos también he sido criticado (porque "le voy" al América y porque me gusta "el circo fingido"de la lucha libre) . Forman parte de mi personalidad y mis gustos y de hecho en el próximo viaje que pueda hacer a México, D.f. me gustaría volver a ir a un partido de fútbol al Estado Azteca e ir también a una función de Lucha Libre en la Arena México.






Sin embargo no todo en mi vida ha sido pan y circo. También por mi paso en la preparatoria y debido a que no me gustaba mucho la especialidad que estaba cursando (mecatrónica) comencé a fomentar mi gusto por la lectura. Primeramente gracias a las clases de literatura en la escuela, al leer cuentos de autores como Julio Cortázar, Horacio Quiroga y Juan Rulfo. En aquel entonces comencé a expropiar libros de la bilbioteca de mi mamá y así pude leer a Isabel Allende, Patrick Süskind, Carlos Fuentes y una que otra rareza literaria. Comenzaba a cuestionarme a cerca del estado actual del país (era 2006, año electoral y López Obrador se perfilaba hacia la presidencia) y de su bochornoso pasado (el 68, el 71, el fraude del 88, el EZLN, etc). Los hechos trágicos en Atenco, el discutido fraude electoral de 2006, la APPO en Oaxaca llamarían poderosamente mi atención durante ese año. Comenzaría a leer diarios como La Jornada, El Universal; oír radios como Radio Bemba y leer revistas como Proceso. Por ahí me enteraría de que tenía dos tías sociólogas (una que vive aquí en Hermosillo, la otra que vive en el Distrito Federal) y sin pensarlo dos veces decidiría, a los 16 años, qué era lo que quería estudiar.



A los 16 años también tuvo lugar en mi vida un acontecimiento que en diversos grados y progresivamente ha modificado la forma en la que veo las cosas y cómo me veo a mí mismo. También me hizo relfexionar un poco a cerca de las actitudes que estaba tomando en ese entonces y la forma en la que me relacionaba con mi entorno en mi vida cotidiana. Tuvo lugar un domingo de febrero de 2007 un accidente automovilístico que sufrí con otras 12 personas (y una bicicleta). Siete de esas doce personas eran conocidas mías, típicamente con unos tenía más relación que con otros. Ìbamos a bordo de un Pick Up tipo S10 y regresábamos de una fiesta "rave". Era temprano en la mañana. Afortunadamente nadie murió. Todos tuvimos heridas, sólo uno amigo no tuvo ni un sólo rasguño. Mi recuperación afortunadamente tardó poco tiempo y en dos semanas volví a la escuela, con algunas vendas y dos ferulas de por medio (jeje).

Desde que ingresé a la Universidad ha cambiado mi perspectiva de muchas cosas. Lamento decir que no gracias a mi estancia en esta institución académica sino gracias a factores externos. Sin embargo me dirijo a esta Alma Mater con el respeto que se merece y trato de aprovechar cada clase que me es brindada. Este semestre me facsinó ya que pudimos conocer (sólo una parte de) la perspectiva teórica del interaccionismo simbólico. También he podido realizar 3 viajes de práctica a la ciudad de Puerto Peñasco, Sonora, con el interés por conocer cómo siente y percibe la población su ciudad en base al auge del desarrollo turístico de los últimos años, la inmigración a la ciudad y el desplazo de la pesca como actividad local principal. Véase Enríquez (2008) en línea para conocer de manera más íntima la problemática que ha tenido lugar en Puerto Peñasco debido al "boom" turístico de los últimos años.

Actualmente me encuentro por cursar el 5to semestre de la carrera y ya estoy empezando a cuestionarme sobre el tema de tesis que quiero desarrollar; una investigación tentativa que me llamaría la atención realizar es a cerca de la nota roja: conocer por qué el público gusta de leer ese tipo de medios impresos, establecer hipótesis y profundizar en ello. No he leído acerca de publicaciones relacionadas pero es un trabajo que me parece interesante emprender, por el momento.

En un futuro me gustaría ser maestro. Me atraen también la filosofía y la microsociología. También me gustaría tener un negocio de jugos y licuados (por más raro que se pueda leer, sobre todo viniendo de un sociólogo), aunque primero tengo que aprender cómo se hacen, ya después lo demás será otra historia. Por el momento sigo aprendiendo de lo que tengo a la mano, de mi entorno y de las personas con las cuales me relaciono así como de las cosas que he ido dejando de lado y que ahora se me presentan como oportunidades para ser superadas, como este curso de verano.

II.- Anexo.

Aprovechando que andamos a una semana de que inicie el mundial, y con eso de que ayer ganó México, me permito anexar 2 videos que dan cuenta de dos buenos goles de la selección en los dos mundiales anteriores (el primero de 2002 y el segundo de 2006). Ya que después la selección haya sido descalificada estrepitósamente es otra cosa.